¿Por qué hay momentos que nos cuesta tanto algo que nos hace tan bien? Me pregunto, ¿Por qué a veces algo tan simple se vuelve tan complicado?
Y es que, sonreír esta dentro de nuestra naturaleza. Un mecanismo natural accionado en base a la respuesta de un estimulo exterior. ¿Sera que nos faltan estímulos? o ¿Será que ignoramos constantemente estos estímulos?
Sonreír es una postura ante la vida, es una elección. Todas las mañanas elegís que ropa ponerte, como peinarte, que comer, etc. Deberíamos empezar a sonreír más, y esa decisión esta dentro de nosotros mismos. La iniciativa es interior, oportunidades no van a faltar.
Y los problemas, parecen ser los culpables de ocultar nuestra sonrisa. Y me vuelvo a preguntar, ¿Acaso solucionaremos todo al no sonreír? ¿Seremos mejores y estaremos más capacitados para la resolución de problemas si evitamos sonreír? No nos dejemos engañar, ni la situación más difícil es motivo suficiente para no reír, por lo que queda, por lo que hay y por lo que puede venir.
Nos hace sentir vivos, con fuerza, alimenta la esperanza, nos llena de luz y nos aclara hasta en las condiciones más perversas y oscuras. No busques algo mucho más allá para estar bien, tienes un recurso inagotable al alcance que deberías más.
Inténtalo, sonreír más.
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