14 may 2012

Violencia de Género: La Otra Cara



Un mundo hecho por y para hombres. Ese ha sido el reclamo incansable de las mujeres por muchos años, que unidas al grito de "Igualdad" han conseguido ser respetadas en una sociedad machista después de años de lucha.

Consiguieron logros históricos que han cambiado el rumbo de la realidad. Pero hay algo que no pudieron cambiar con su lucha, siguen desprotegidas ante el maltrato del hombre. Esto provoco, que desde el punto de vista penal, se juzgue con dureza al maltrato físico o psicológico hacia la mujer. Esto ha sido llamado "Violencia de Género", impulsando diferentes marchas, asociaciones y entidades que defienden los derechos de la mujer a lo largo de todo el mundo.

Sin embargo, esto ha producido un efecto negativo en la sociedad del cual pocos hablan. La mujer resulta ser siempre la victima culturalmente ante cualquier confrontación con el hombre. Esto, sumado a los beneficios que han obtenido desde el punto de vista legal, ha facilitado que muchas mujeres puedan arruinarle la vida a un hombre muy fácilmente. 

Por ejemplo, una pareja recientemente separada con un hijo en común, es el escenario común donde se ve con claridad este tipo de injusticias. La mujer ante el deseo de querer arruinarle la vida a su ex pareja tras la ruptura de la relación, puede hacerle una denuncia por "Violencia Familiar" al hombre en cuestión. Esta denuncia es aceptada sin más prueba que la declaración por parte de la mujer, la misma que puede ser una simple falacia. Cautelarmente se le impone una restricción de acercamiento al hombre, tanto hacia a la mujer como al hijo en común de al menos 90 días!!! 

Luego, se lo cita al hombre a declarar y se realizan las pruebas psicológicas pertinentes. El problema es que, más allá de que los resultados arrojen que el hombre en cuestión no tiene problemas de agresividad, la medida cautelar de prohibición de acercamiento sigue intacta en un 95% de los casos!!! Esto significa que el padre no puede ver a su hijo, injustamente, por un mero castigo ideado por la madre del menor por 3 meses (y por supuesto, con un abogado inescrupuloso que facilita y acciona este tipo de jugadas).

Pero esto no es todo, sino que pasados los 3 meses, la mujer puede repetir el procedimiento, ya que se volverá a proceder de la misma manera consiguiendo así mantener alejado al padre el tiempo que sea necesario para hacerlo sufrir, ya que no hay peor castigo que estar lejos de su propio hijo. Sin contar, los inconvenientes legales que genera esto en la vida de cualquier persona (tener que presentarse a declarar constantemente, pericias psicológicas, la mancha que esto deja, etc.)

Sin contar, que los Juzgados no suelen tener en cuenta ni a la persona que esta sufriendo una injusticia, y mucho menos al menor que se encuentra incomunicado con su padre, ocasionándole graves daños en su infancia. La causa suele ser archivada, y permanece así, sin revisión alguna, durante muchos meses. Lo que demuestra una falta de compromiso y ética ante un hecho tal delicado, donde todo el tiempo perdido no se recupera jamás.

La impotencia que genera el hecho de sentir que no hay herramientas judiciales que amparen al hombre cuando las mujeres se aprovechan de los antecedentes contra su género para así castigar injustamente a un hombre, es inmensa. La mujer "siempre tiene las de ganar" en este tipo de casos, ya que por antecedentes los Tribunales suelen pensar que siempre la mujer resulta ser una víctima indefensa ante el hombre. Lo que produce que los casos sean tratados más superficialmente, sin indagar mucho en el caso, siendo casi imposible así para el hombre lograr revertir esta situación. 

Los casos deben ser tratados de igual manera, analizados y ejecutados con el mismo criterio y labor, más allá de que género se encuentre en riesgo. Se debe ayudar no sólo a la mujer, sino también al hombre que paradójicamente por momentos no cuenta con las herramientas necesarias para sobresalir de una injusticia impulsada por las mujeres.

Deben ser penados de la misma manera tanto hombres como mujeres en caso de violencia física y/o psicológica, los casos deben ser tratados con urgencia, ética y compromiso, no dejándolos archivados sin revisión mientras una víctima esta sufriendo las consecuencias.