Hagamos Historia

Remontándonos a tiempos inmemorables, el hombre, incluso en su forma más primitiva, logro dejar huellas que hasta el día de hoy siguen estando firmes. Huellas que permitieron un antes y un después, que lograron evolucionar y transformarse en algo mucho más grande aún. Ya desde aquellos años, el hombre hizo historia.

Y tenemos esa habilidad, esa capacidad de crear, de inventar, de hacer, y dejar algo en este mundo que nos identifica, que nos hace únicos, que grita: "Yo estuve aquí" a través de los años.

Increíblemente, dejamos de creer en eso, es decir dejamos de creer en nosotros mismos. He escuchado muchas veces la famosa frase: "Algunos nacen con estrellas y otros nacen estrellados". Es como si fuera una explicación simple y fácil ante los fracasos y derivar los triunfos al departamento de la suerte, excusándonos de que no nacimos con ese beneficio. Es verdad, que a algunas personas se les hace más fácil vivir, y que ante los ojos de la sociedad parecen llegar mucho más lejos que cualquier persona "estándar". Sin embargo, no estoy de acuerdo con eso, no porque haya personas con mucha plata, fama, poder e incluso talento, sean dignos de ponerse en el lugar de: "Yo llegue más lejos que el resto".

Hoy quiero hablarles, aunque diría más bien recordarles, que todos somos protagonistas. Todos podemos dejar esa huella, que nos identifica ante el mundo, y no hace falta ganar un mundial, o grabar un disco que venda millones y millones de copias, o realizar un invento que se usara por todo el planeta, hablo de algo mucho más sencillo e igual de significativo para la historia universal.

Hablo del día a día, de cosas cotidianas como de egresarte de alguna carrera, triunfar en tu trabajo, formar una familia, cumplir tus sueños, me refiero de dejar tu huella al pasar, hablo de hacer historia.

No hace falta ser el dueño del mundo para dejar tu esencia, esa huella de la que venimos hablando. Se trata de forjar nuestro destino, de tomar nuestras decisiones. De no dejar que nadie más viva nuestra vida, de la que sólo nosotros debemos ser protagonistas, y como tales decidir hacia que lado ir. Eso es hacer historia.

Luchar por eso que siempre quisiste y por miedo nunca te animaste, gritar eso que siempre te callaste, traer un hijo al mundo, todo eso es hacer historia.

Es hacer nuestra historia, y por consecuente es hacer la historia de todos nosotros, ya que vivimos en sociedad y la unión de todas nuestras vidas hacen a la historia universal, esa que ves en los libros, pero que sólo reflejan una milésima de la verdad.

Les pido que siempre tengan en cuenta, que no hace falta ser el jugador más talentoso del mundo, ni el líder de la más talentosa banda de todos los tiempos, ni el inventor de un programa que se usara por todos los países del mundo para hacer algo significativo en la vida.

Hagamos historia, escribamos nuestro destino.

La Soledad Es Un Sentimiento, No Un Estado.

Quiero aclarar el verdadero significado de dos frases, dando los fundamentos correspondientes.
"Estoy solo" no es lo mismo que "Me siento solo". Una es real, otra simplemente no existe.

Uno no puede estar solo, ningún hombre puede ser una isla, separarse de todos para estar solo. Incluso, estando en el medio del desierto, donde no hay nadie, uno no está completamente solo aunque técnicamente lo esté. Los recuerdos puede ser más reales que nunca en momentos críticos, es donde más nos aferramos a las personas y nos sentimos en compañia más allá de las distancias. Por eso digo que uno nunca está solo, siempre hay alguien cerca de nosotros.

En cambio, me siento solo es mucho más complejo y complicado. Es una sensación, la cual, por más que estemos rodeado de gente muy cercana, podemos sentirlo igual. Es un vacío del que es muy dificil escapar, ya que como toda sensación no puede verse, y de la cual, sólo nosotros podemos salir.

Pero por más que parezca irracional, muchas veces es más práctico acomodarse en la sensación de soledad que afrontar el verdadero problema que nos empuja a sentirnos así.

Y es que a veces no encontramos la solución, intentar e intentar, para llegar siempre a lo mismo, entonces nos metemos en nosotros mismos, formando una coraza sentimental, que nos aisla emocionalmente de toda la gente que hay alrededor, y ahí es donde nos sentimos solos.

Sentis una calma profundamente desgarradora, un silencio fulminante que apunta directamente al corazón. Te va destrozando parte por parte, despacio pero constante.

Y no se nos hace fácil salir, ya que la gente no sabe lo que estas pasando, y uno no lo puede explicar, ya que no ve, no escucha, sólo se refugia del mundo exterior, sólo siente soledad.

Hasta el momento que alguien o algo nos abre los ojos, nos despierta de ese stand by, reaccionamos, y podemos salir de esa sensación la cual tan mal nos hace si permanecemos mucho tiempo dentro de ella.

Por desgracia, mucha gente pasa la vida entera encerrados en su propia prisión, de la que no pudieron escapar. Mientras que muchos otros esperan a ser liberados, como yo.

Ya Perdimos El Control

No voy a remitirme mucho al pasado, no es necesario para recordar grandes tragedias.
Haíti, Chile y ahora Japón. Años, años y años, destrozando el lugar donde vivimos y donde vamos a seguir viviendo, quizás no nosotros, pero si nuestros desendientes. ¿Con qué necesidad? ¿Vale la pena destruir el futuro por tenerlo todo en el presente?
Estamos presos de las decisiones de los importantes que sólo piensan en intereses económicos y políticos, y se olvidan que nosotros al igual que ellos, necesitamos un lugar para subsistir.
El hombre se siente dueño de hacer y deshacer de todo lo que tenga a su paso, sin importar consecuencias. Y somos considerados personas lógicas. Pero, ¿Realmente merecemos llamarnos racionales?
Todo lo que está sucediendo a lo largo y a lo ancho de toda la Tierra no es simple casualidad, no es una acción de la naturaleza, es una reacción. Todo lo que ensuciamos, todo lo que dañamos, es un precio que ya no podemos pagar, no quiero decir que es demasiado tarde.
Sin embargo, lo más trágico de la historia, es que no tengo esperanza. Dependemos de nosotros mismos para empezar a torcer la historia, y eso es justamente lo que me quita toda esperanza, ya que no hay conciencia mundial, sobre todo de los poderosos, de empezar a cuidar nuestro ambiente.
Por desgracia, esté es sólo el comienzo...

No Sos Vos, Realmente Soy Yo.

Está vendría a ser algo así como una confesión, una expresión repentina cargada de sentimientos, reflexiones y conclusiones. Mirá todo lo que provocas en mí, toda una revolución interior.
Y es que sí, sos mucho más, y es por eso que hoy te quiero decir todas estas cosas para que intentes entender aunque sea un poco de todo lo que me pasa por dentro cada vez que te veo. A ver, comenzemos desde el principio.

Te ví, y te puedo asegurar que desde la primer ojeada ya captaste mi entera atención, y ojo! Eso no es algo fácil de conseguir. Después de haber hablado con vos, era como volar entre las nubes, era como el sueño del pibe, llegar a primera y jugar un mundial diría Maradona, pero era así, así me sentía yo aquel día que hablamos por primera vez.

Obviamente, utilize mis mejores armas para conquistarte, y son infalibles, ya que hoy te tengo conmigo. Sin embargo, más allá de mi facha admirable y mi sentido del humor oportunamente ingenioso, vos sos un ángel, sos una dulce, una colmena llena de miel, una fábrica de azúcar, una... Bueno, quedo claro, lo importante es que sos la mujer que cualquier hombre desearía tener a su lado.

De pies a cabeza sos excelente, tu preciosa sonrisa, tu humor que levanta, tus locuras, tus enojos, entre otras infinidades de cosas. Y a todo eso, yo soy sólo un manojo de complejos, un mar de problemas, una galaxia de incertidumbres, que muchas veces me llevan a olvidarme un poco de la importancia que tenes en mi vida.

Por momentos, busco tanto la simpleza de la vida, que me termino enroscando en una inmensa complejidad, en la que dejo de lado lo importante de esta historia... Que te amo. No sos vos, realmente soy yo el complicado, pero eso no quita que no sienta todo lo que realmente siento por vos, es decir, sos mi todo.

Y tan sólo, culmino con decirte que seria un idiota si no aprovechara pasar el resto de mis días junto a la persona más maravillosa que tuve la suerte de conocer. Por desgracia para el resto de los hombres del mundo, estás conmigo.

Nunca dejes de creer en todo esto que construimos, porque eso mismo será lo que nos lleve a la historia más linda de nuestras vidas.

No Hay Peor.

No hay peor necesidad, que cuando sabemos que necesitamos algo, pero no sabemos bien que.
No hay peor enfermedad, que cuando nos duele algo, y no sabemos que nos pasa.
No hay peor sentimiento que extrañar, y no saber que estamos extrañando.
No hay peor que amar, y no saber a quien.
No hay peor que odiar, y no saber por que.
No hay peor que sentir, que por dentro ya no sentimos nada.
No hay peor que ver, y darnos cuenta que ya no hay más para mirar.
No hay peor que hablar, y no tener nada que decir.
No hay peor que recordar, cosas que ni siquieran pasaron.
No hay peor que soñar, sin imaginación.
No hay peor que volar, sin alas.
No hay peor que querer correr, sin saber siquiera caminar.
No hay peor que nadar, teniendole miedo al agua.
No hay peor...

Vive Y Deja Vivir

Todos somos únicos, eso no lo discutimos. Porque más allá de las semejanzas que tenemos, nuestra mente, esa misma que trabaja en base al razonamiento que cada uno maneje, que no sigue un protocolo estructural, es la que nos permite actuar sin ningún predicamento válido más que el de una posible suposición, somos seres espontaneos y cambiantes.

Pero hay gente que por voluntad propia, pierde parte de ese "Don" del que gozamos, deja a un lado su personalidad, su escencia, su estilo de vida, para adueñarse de un prototipo surgido de las entrañas de la sociedad, para estar de moda y así ser uno más de aquel ejercito, donde todos se visten igual, donde todos hablan a coro respetando las pautas que caen de su superior con el único fin de ser controlados como un juguete a control remoto. Pero eso, no importa, ya que el fin justifica los medios, y lo importante es ser parte de eso, porque sino, no sos nadie.

Por primera vez, no voy a juzgar a esas personas. Sé que soy distinto, diferente, pero no hay que olvidar que eso no significa ser mejor que nadie.

Como explique al principio, cada uno tiene la posibilidad de que quiere pensar, que quiere hacer, de que quiere formar parte. Cada uno de nosotros busca la felicidad donde cree que la va a encontrar, estemos en lo cierto o no, lo más lindo es que es nuestra decisión. Por lo tanto, no soy quien para criticar la busqueda de felicidad de nadie.

No voy a ir tras la masa, la popularidad, no me interesa estar dentro o fuera, sólo me interesa ser fiel a mis pensamientos, lleve a donde me lleve. Pero respetando la vida de los demás, por más que tengo mis fundamentos, los cuales considero altamente válidos y reales, yo elijo mi vida, y cada uno la suya.

Yo voy a defender toda mi vida mi postura, ya que los principios son parte de nosotros, pero no por eso voy a obligar a nadie a cambiar, así como no dejo que nadie me cambie sin que suceda naturalmente.

Todos podemos vivir en conjunto, con nuestra diferencias o semejanzas, siendo innovadores o imitando, siendo únicos o uno más. La cuestión es...
Vive y deja vivir.

Cuando El Silencio Deja De Ser Silencio

Tanto caminar para llegar a un lugar en el que nunca pense estar. Y no es para nada bueno, me arrepiento, no quiero estar acá. Después de tanto autoconvencerme de que todo el sufrimiento que uno vive a la larga nos potencia, es sinceramente una miérda.
Ya no me importa si se me juzga por el hecho de empezar a considerar las cosas como un error, ahora me doy cuenta que así son las cosas. Y no me queda otra que arrepentirme, de todo eso que siempre defendí contra viento y marea.
¿Y si en verdad el fin justifica a los medios? Yo fui un simple medio, cuando alguna vez me creí un fin.
El mayor de los dilemas, es que ya no sé si luchar o no ¿Luchar por qué? ¿Luchar para qué? Si en está historia soy sólo un extra, los protagonistas están lejos de mí, no tengo más participación.
Son momentos en los cuales abris los ojos, y la cruda realidad cae encima de tí como un montón de gotas de lluvia al empezar una gran tormenta. Y te quedas estupefacto, esperando que una solución caiga del cielo de la misma manera en la que cayo el problema, pero no, no es así. Y más aún, si hay solución ¿Qué más da?
Es como cuando el silencio deja de ser silencio, y se transforma en una voz para gritarte una verdad a la que ya no puedes ignorar. Y te das cuenta que tu boca está sellada, pero lo peor de todo, es que sabes muy bien, que si la pudieras abrir no sabrías que decir.
Estoy en ese momento de la vida en la que deseamos con todo el corazón estar en un sueño, en un mal sueño, pero que falta cada vez menos para despertar, y al abrir los ojos, nos vamos a encontrar con una realidad distinta, con una realidad mejor, y que esa angustia que teniamos dentro va a ser sólo producto de nuestra gran imaginación después de una mala noche.
Pero, ¿A quién quiero engañar? Sé perfectamente que eso no va a pasar, aunque sea quisiera poder enterrarlo todo, sepultarlo como quien no quiere la cosa, y olvidar, si, olvidar. Pero la mente y los recuerdos pueden ser muy bravos cuando quieren, y podes correr, si, podes enconderte, también, pero te aseguro que te persiguen, y no paran hasta encontrate y aniquilarte, y vuelvas a sumerguirte en un mar de confusión, en un laberinto de incertidumbre.
Estar en la cuerda floja entre lo correcto y la supervivencia. Entre la moral y la esperanza. Entre el corazón y la razón.
La soledad ya no es algo que me asuste, sin embargo, lo que me asusta ahora es el hecho de no saber si algún día volveré a sonreír puramente, sin enmascarar ninguna tristeza, sin aguantarme ninguna lágrima, sin reprimir ningún sentimiento más.