¿Es Negocio Enamorarse Y Entregar El Corazón?

Voy a intentar ser lo más subjetivo posible, aunque sinceramente en este momento en particular me cueste hacerlo.

Me estoy preguntando algo que no es ninguna novedad, que es tan antiguo como el amor mismo. Y es el hecho de saber si vale la pena o no entregar tu corazón.

Podes matarte, darlo todo, cada gotar de sudor en la pareja, controlar cada detalle para que todo sea perfecto, y aún así nada esta bajo control. Podes ser alguien normal, y llevar una relación normal, sin matarte en la pareja pero no descuidandola del todo, y también te puede ir mal. En cambio, y esto es lo curioso, aquel que no le interesa nada de nada, aquel que empieza una relación por el simple hecho de empezarla, sin importarle si es algo pasajero o no, curiosamente ese tipo de de personas son las que sufren muchisimo menos.

Todo esto me lleva a preguntarme entonces, si es negocio enamorarse y entregar el corazón. Podes preocuparte en mayor o en menor medida por tu pareja, pero cada vez que lo hagas, cada vez que involucras sentimientos de por medio es como que salis lastimado tarde o temprano.

Y no es que deje de creer en el amor, pero las pruebas son irrefutables, aquellos que no se enamoran, su sufrimiento es menor.

Y en realidad, es algo lógico, porque al entregar el corazón, estamos entregando la zona más vulnerable de nosotros, es obvio entonces que aquellos que tiene el corazón escondido bajo llaves sufrán muchisimo menos.

Desgraciadamente, no solemos elegir el momento para enamorarnos, ni tampoco de quien enamorarnos, si pudieramos seguramente serian las cosas un poco más fáciles, aunque eso no solucionaria las cosas por completo, sin embargo, creo que si es posible encerrarse en uno mismo, esconder el corazón como el tesoro más preciado y no dejar que absolutamente nadie lo toque. Creo que eso seria posible, con perseverancia, aunque la pregunta es si en verdad nos conviene no sufrir tanto a cambio de no tener una verdadera compañia que nos siga a luz y sombra, en las buenas y en las malas.

Cada uno tiene su propia balanza, y sacara sus propias conclusiones de qué pesa más, y tomará su posición.