15 jun 2012

Desde Las Sombras



Te veo desde cerca pero me mantengo distante, firme como los mismos sueños que construí. Estoy donde no podes verme, apenas si sabes que existo, pero eso no me limita a cuidarte desde mi lugar. Es realmente extraño verte tan cerca y sentirte tan lejos, viviendo los días contigo como si estuviera a tu lado. Sonriendo con cada sonrisa, triste con cada llanto, descubriendo todo a la par.

Pero cuando recuerdo donde es que estoy parado y que vos no estas precisamente junto a mí, me doy cuenta lo que a veces intento olvidar. Si pudiera estar ahí, realmente estar cerca tuyo, ¿Estaría a la altura de las circunstancias? Y es que te veo tan grande, tan alegre, tan llena de ilusiones que no quisiera ser una decepción. Ganas de acercarme no me faltan, aunque la situación en la que me encuentro no me lo permite.

Esta realidad me hace imaginar una y otra vez con un posible (cada vez más imposible) reencuentro. Qué decir, qué hacer. Siento la presión de hacer en ese primer segundo todo lo que quise haber hecho todos estos años. Pero seguramente esa no es la manera correcta, todo lleva un tiempo, todo gran cambio implica una adaptación aunque las ansias y la euforia jueguen un papel en contra.

Sería un gran cambio para mí también, sin dudas. Más allá de que vengo imaginando ese momento durante mucho tiempo, seria empezar a transformar un deseo en realidad. Y el miedo a fracasar, no desconfiando en mí y en lo que puedo ofrecerte sino en el hecho de que las expectativas y la realidad no vayan precisamente de la mano, producen que me paralice quizás más de la cuenta.

Pero saliendo de todas estas suposiciones que hago producto de la ansiedad y la imaginación (sin olvidar, las ganas insostenibles de verte) sigo sin poder acercarme, esperando el momento preciso. Mientras tanto seguiré viéndote desde las sombras.

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