Y volveré, aunque sea en sueños, a reír como lo hacia cuando era niño. Cuando el dolor no era más que un llanto que se desvanecia al salir el Sol de un nuevo día, y la felicidad era parte de las cosas más sencillas.
Y volveré, aunque sea en fantasías, a jugar como lo hacia cuando era niño. Cuando las aventuras eran cada vez más emocionantes y podía viajar por el mundo entero, recostado en un simple rincón de mi habitación.
Y volveré, aunque sea una ilusión, a pensar como lo hacia cuando era niño. Cuando emprendía un camino de continuos descubrimientos sin saber que a cada paso que deba la inocencia se alejaba.
Y volveré, aunque sea un invento, a amar como lo hacia cuando era apenas un niño. Cuando los sentimientos eran puros e inconcientes, desmedidos y crecientes.
Y volveré, aunque sea un momento, a vivir como aquellos tiempos, donde el mundo imaginario y el mundo real convivian en absoluta paz. Donde el castillo de ilusiones era siempre más fuerte que la misma realidad, y donde no habían sueños imposibles ni metas inalcanzables, porque cada día era una nueva oportunidad, en donde todo era posible.
No hace falta que "vuelvas", simplemente no lo dejes nunca, porque aunque el tiempo nos pase siempre seguimos siendo niños en nuestro interior, y siempre vas a seguir "mi ñiño".
ResponderBorrarTE AMO HIJO.