Estamos todo el año tan sumergidos en este proceso que son pocas las veces que liberamos la mente. Incluso, debemos tomarnos unas vacaciones de nosotros mismos, o mejor dicho, en lo que nos convertimos inconscientemente para cumplir de la manera más óptima las obligaciones diarias.
Tratamos de pensar lo menos posible, automatizando cada uno de nuestros movimientos. Perdemos de este modo, toda capacidad para inventar, crear.
Por eso mismo, debemos alejarnos de todo eso, respirar tranquilidad, aire puro, lejos del trabajo, las obligaciones, y sobre todo, de la versión automatizada de nosotros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario