Si nuestra historia es una odisea, yo soy el eterno caballero luchando contra el mundo para estar con vos. Y es que el dolor ya no me duele, el cansancio ya no me cansa y el fuego ya no me quema. Tanto recorrí, que no siento los pies, pero voy por vos.
Donde quieras que estes, voy por vos. Y es que si el tiempo no pudo contra mis ganas de encontrarte mucho menos la distancia va a poder. Pude superar la ansiedad de estar con vos, esa misma ansiedad que me hacia tropezar. Es que cuando perdes el verdadero objetivo te desvías del camino, pero a pesar de no encontrarte me haces encontrar a mi mismo al ir en tu búsqueda.
Y por más que intenten alejarte aún más y separarte de mí, tengo algo que decirles: no podrán. Algo algo mucho más fuerte que nunca entenderán que es lo que no me deja renunciar, el amor. Por eso mismo, la distancia ni el tiempo no importan, porque siempre vas a estar conmigo en mi corazón y de ahí nunca podrán separarnos.
Pronto llegaré a vos, no es sólo confianza sino también instinto. No hay fuerza más fuerte que la que me empuja a llegar. Irremediablemente, este es el camino que elegí. El camino más largo y complicado, pero sin dudas es lo que quiero, es mi decisión. Y eso me transforma en un ser libre, que va tras lo que quiere por más que la vida pareciera empecinada en demostrarte que nunca vas a llegar.
Sino, ¿Por qué existirían los sueños? Para realizarse, pero mucho más aún, para ir tras ellos. Es la búsqueda en sí la que nos mantiene con vida, con esperanza, con un motivo para seguir. Ese motivo, sos vos.
Ya no te pido que me esperes, que congeles tu vida, tu tiempo. Te pido que crezcas, que sientas, que seas quien quieras ser. Y al llegar, y mirarte a los ojos, puedas ver en ellos todo el esfuerzo, que veas quien elegí ser.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario