Mirarte a los ojos para entrar
en auras de suaves pensamientos,
modulando realidades de luz y claridad,
empezando a mostrar la divinidad
de tu belleza hecha ambiente natural.
Nos rodearemos de paisajes estrellados
y luces que nunca duermen,
donde la música la hacemos nosotros con nuestras voces
y las melodías nos guían a la felicidad.
Te llevare en el pecho que marcaste
con tu risa constante,
a lugares donde conocemos
todos nuestros secretos.
Tendremos miles de sueños
que cumpliremos a cada paso que demos,
el dulce néctar de tu presencia
alimenta las fuerzas de seguir.
Pasare miles de senderos
para encontrar las estrellas más brillantes
y solo así poder dibujar tus ojos.
Recorrer miles de leguas
para llegar a las flores más dulces
y así poder colorear tus labios.
Volare miles de kilómetros
buscando las esquinas que rodean
tu inalcanzable belleza.
Es porque no me importa cuánto me demore,
algún día llegare,
algún día encontrare
donde se esconde tu hermoso corazón.
El texto fue cortesía de Darío Pantano.
Agradecemos tu aporte!
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