9 nov 2011

Aborto

Un mundo, tres posturas

El tema aborto es una quaestio debatida en el mundo entero. Básicamente existen tres posturas, totalmente enfrentadas entre ellas. Tal es así, que general un alto nivel de tensión a la hora de hablar del tema.


La primer postura está totalmente a favor del aborto, sin importar que haya un motivo que lo justifique más que el simple hecho de que la mujer embarazada decida hacerlo. 



La segunda postura, sostiene que el aborto sólo puede ser considerado en ciertas ocasiones extremas. Entre ellas figura que el feto presenten malformaciones que signifique un peligro para su propia vida y la de su madre, y otra en caso de violación. Está última, sin embargo es cuestionada, ya que muchos exclaman que el bebé en cuestión puede darse en adopción como alternativa antes de abortar.



La tercera y última postura, que es fácilmente previsible, es la de una negativa tajante ante el aborto, sea cual sea su situación. Quizás, sea un poco absurda, ya que poniendo como ejemplo el caso anterior, en el caso de que el embarazo siga adelante confiera un riesgo sumamente peligroso que pueda provocar la muerte casi con seguridad tanto en el bebé como en la madre, no tendría ningún sentido.

El mundo, debatido entre estas tres posturas, está dividido como: un 26% a favor de la legalización, un 34% en donde sólo se emplean en casos extremos y un 38% donde se practica de manera ilegal.

El lado oscuro de la irresponsabilidad


Hace unos días, vi en la tele como algunas mujeres que participan en el ámbito de la política en un programa periodístico de televisión contaban sus experiencias de haber abortado, como si estuvieran relatando las veces que fueron a comprar pan. Lo hacían con una naturalidad realmente terrible más que sorprendente, dando a lugar inclusive, a reírse y realizar bromas en un clima totalmente distendido. Lo que me dejo sorprendido, fue el hecho de escuchar mujeres que contaban a cámara abierta sus experiencias, sin ningún tipo de argumento más que el hecho de "Iba a arruinar mi vida personal como profesional", "No estaba preparada para ser madre", entre otras cosas. Es increíble, escuchar ese tipo de razones, de gente que a priori, son catalogados como gente pensante y lógica. Se podría deslumbrar, el alto nivel de egocentrismo en esas mujeres, lo cual sólo les importaba su vida, sus logros y nada más, mientras que un bebé en sus vidas iba a ocasionar un derrumbe en todos sus proyectos. Así justificaban ellas, el hecho de matar a un bebé. Y si, hablo de matar.

Otra cosa que me sorprendió, fue el hecho de escuchar como mencionaban un ejemplo, de una mujer con 3 hijos que queda nuevamente embarazada de un cuarto bebé, con pocos recursos, que no era coherente que tenga al bebé para luego darlo en adopción ya que una mujer con la responsabilidad que siente con sus otros hijos, jamás podría darlo en adopción como si nada. Y si, es cierto, pero aparentemente para ellas no es válido darlo en adopción por la responsabilidad que tiene la mujer, pero si es válido abortarlo, decidir de manera arbitraria terminar con su vida. ¿Quién nos da ese derecho?

Las mujeres se creen dueñas de los hijos, y en el peor de los casos, se sienten con derecho a decidir en si deben vivir o no. Todos tenemos derecho a vivir, nadie debería jugar con nuestras vidas. Y no sólo hablo desde una postura lógica, humanística o ética, hablo de responsabilidad. De hacernos cargo, de asumir nuestros errores y salir adelante. Digo errores, porque básicamente, la mayoría de las mujeres argumentaban que habían quedado embarazadas por error. ¿Cuántas mujeres tiene embarazos indeseados por año? ¿Cuántas de ellas son adolescentes con pocos recursos tanto económicos como de maduración mental? Son muchos los casos, pero que siguen adelante con ayuda de su familia y amigos, pero haciéndose cargo, siendo personas responsables.

Las personas no sólo somos libres (o deberíamos serlo) sino también tenemos que ser personas responsables, que asuman el cargo de lo hecho. Hacernos cargo de nuestros actos también nos hace libres. En un término más jurídico, nuestros derechos terminan cuando empiezan los derechos de los demás. Es decir, no podemos terminar con la vida del otro, por el simple hecho de que perjudicaría la nuestra. 

El aborto es una realidad, más allá que haya o no una ley que lo ampare, es una práctica que existe y de la cual las mujeres se someten al proceso en condiciones realmente malas. Pero si la solución fuera legalizar el aborto por el simple hecho de que existe, deberíamos entonces, legalizar el robo por el simple hecho que existe, o los homicidios, etc, etc. 


Hay que prevenir, y para ello se necesita una buena educación. Y no sólo es culpa del pésimo sistema educativo, sino también es culpa de las familias que no educan sexualmente a sus hijos por ser un tema considerado socialmente como "tabú", siendo consecuencia de un arrastre cultural inducido principalmente por la iglesia, que se contradice en luchar contra el aborto pero históricamente tampoco esta de acuerdo con la educación sexual en las escuelas.


En conclusión, seguramente necesitemos una ley que regule el aborto, pero que de ninguna manera lo permita libremente sino sólo en casos que implique un riesgo de muerte. Y que penalice duramente  a los centros clandestinos para combatir los lugares donde se emplean estos métodos de aborto, para así inculcar en nuestra sociedad un valor como la responsabilidad, y además apoyar firmemente el derecho que tenemos todos a la vida y a disfrutar de ella. Necesitamos una buena educación sexual y obligatoria en los colegios, para además no sólo combatir el aborto sino también prevenir enfermedades de transmisión sexual. 


El derecho a vivir es algo que nos involucra a todos, no dejemos de participar.

2 comentarios:

  1. Me parecio muy interesante tu post , yo quiero compartir mi blog:
    Http://LaProfeciaDelNoNacido.blogspot.com

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  2. M autorizas a copiar la imagen que dice abortar no es progresista... Me identifica plenamente.

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